La rehabilitación de un edificio de uso agrícola de Burgenland combina los muros de piedra arenisca originales con nuevos materiales de construcción. Una estructura rural abandonada situada en Bugendand, en Austria, ha sido la base del estudio de arquitectura AllesWirdGut para apostar por la reutilización de edificios industriales como pensamiento arquitectónico. Estos arquitectos han dado una nueva vida a esta estructura rural abandonada, de manera que la finca agrícola dedicada a la fabricación de productos lácteos ha sido reconvertida manteniendo algunos de los materiales que albergaba en su estructura.
 
La transformación de la granja lechera comenzó a fraguarse en 2012, momento en que la Fundación Esterházy celebró un concurso de diseño para la realización y conversión del conjunto arquitectónico. La ganadora de este concurso fue AllesWirdGut, quien junto con el estudio Mobimenti, de decoración de interiores, inició los trabajos de reconversión en marzo de 2015. Estos han consistido en convertir las dependencias de los trabajadores en un espacio de eventos para la bodega Esterházy que se encuentra justo detrás de esta construcción.
 
El edificio, dividido antiguamente en pequeños apartamentos, ha conservado en su renovación los muros de piedra arenisca, en armonía con la arquitectura propia del entorno, dado que es típica en Burgenland. Sin embargo, el interior ha sido totalmente renovado. Se han eliminado las divisiones interiores de los hasta entonces apartamentos para crear un espacio amplio apropiado para su nueva actividad.
 
Como resultado, tras la finalización de las obras en octubre de 2015, se puede observar cómo el conjunto arquitectónico conforma un collage de materiales que existían antiguamente con otros más novedosos fruto de la renovación del inmueble. De esta manera, se ofrece un ambiente inspirador y acogedor para desarrollar todo tipo de eventos en su interior, afirman desde AllesWirdGut.