Chamartín Inmobiliaria se ha declarado en concurso voluntario de acreedores, según publica el BOE. La empresa arrastra un pasivo de 535 millones. Los principales accionistas del grupo son la familia Cutillas, con un 39 %, y el fondo Morgan Stanley, con un 16. A partir de ahora, los acreedores deberán poner en conocimiento de la administración concursal designada la existencia de sus créditos en la forma que establece la Ley correspondiente. El plazo de esta comunicación es el de un mes a contar desde mañana, 5 de enero.

La empresa estaba incluida en la lista de morosos que publicó el pasado 23 de diciembre la Agencia Tributaria, con una deuda de 20,5 millones de euros. En España, su actividad ha estado fundamentalmente centrada en el negocio residencial en Madrid y, por tanto, afectada por la crisis que ha atravesado el sector. Chamartín Inmobiliaria también tiene presencia en Portugal, donde había comprado la portuguesa Amorim Inmobiliaria en 2006, en el marco de un plan de expansión que comprendía la apertura de otros treinta nuevos centros comerciales en países de Europa en un horizonte de cinco años.

En abril de 2013 hasta 1.000 millones de deuda que tenía contraída con un conjunto de entidades financieras del país. De esta forma, la empresa se convirtió en la primera inmobiliaria que refinancia toda su deuda de una sola vez en Portugal.