El pasado sábado 27 de febrero 4.081 aspirantes a abogado afrontaron el primer examen de acceso a la abogacía de 2016, la tercera convocatoria de esta prueba que se realizó por primera vez en 2014. Según publica el diario Expansión, universidades y despachos han criticado la escasa calidad del examen, que consideran que perjudica al prestigio y a la preparación de la abogacía española, en comparación con las exigentes pruebas de Alemania, Italia o Estados Unidos. Esta baja calidad está llevando a los despachos a mantener en sus plantillas a graduados que no han hecho el examen como mano de obra barata y ya formada, denuncian.

Desde el Ministerio de Justicia se muestran receptivos a introducir mejoras en el examen. De hecho, ya han incorporado novedades en respuesta a críticas y sugerencias de universidades y estudiantes. Es el caso de que este año haya dos convocatorias, una en primavera y una segunda en otoño. Y de que ya no se celebre la prueba sólo en Madrid, sino que también tenga lugar en Barcelona, Bilbao, Málaga, Pontevedra, Valencia, Murcia, Las Palmas y Valladolid. Fuentes de Justicia aseguran que los retrasos en las notas que ha habido este año son responsabilidad de las universidades, a quienes se ha trasladado, en descargo de los alumnos, la acreditación de haber superado el Master.

Sin embargo, universidades y despachos subrayan que el principal problema del examen es su escasa calidad. A diferencia de los dos exigentes exámenes de Estado de Alemania, entre los que median dos años de prácticas, con lo que no se es abogado antes de los 27 años, y de otras prestigiosas pruebas en países de nuestro entorno, en España el porcentaje de aprobados supera el 90 %. El Máster y el examen de acceso a la abogacía sólo suponen que la colegiación se ha retrasado de los 22 años de las anteriores licenciaturas a los 23 de ahora incluyendo grado, Master y examen de acceso. Eso sí, con el anterior sistema era posible colegiarse al día siguiente de licenciarse.