Thyssenkrupp ha comenzado la instalación de la fachada de vidrio PTFE, politetrafluoroetileno, en su torre de pruebas que se encuentra en Rottweil, Alemania, destinada a poner a prueba las innovaciones a nivel mundial de sus ascensores. Está previsto que el proyecto sea el más alto del mundo de esta clase. Para la instalación de esta membrana, se requiere de técnicos especializados para realizar el ensamblaje a una altura 246 metros. Una instalación de altura que conlleva que todo un equipo se enfrenta a retos singulares.

Por medio de dos plataformas móviles, los especialistas miden el exterior y unen los espaciadores y tubos para montar la membrana. De forma separada, la fachada se ensamblará en tres partes y se instalará de arriba hacia abajo. Debido a la gradación gradual de la membrana, la torre parecerá casi opaca en la parte de abajo y se apreciará de forma casi transparente en la parte de arriba, donde la tela de malla es más gruesa.

La membrana, de 17.000 metros2, está hecha de vidrio PTFE (politetrafluoroetileno), un complejo tejido de fibra de vidrio recubierto con polímero que otorga larga duración, permite el auto-limpiado y aporta a la torre su aspecto distintivo. Además, también la protege de la intensa radiación solar y reduce el movimiento del edificio, combatiendo la fuerza del viento. La tela se produce en tiras de tres metros que más tarde se soldarán a secciones de membrana más grandes, siendo la primera vez que se aplica este material de esta manera.