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Recomendaciones para mantener el sistema de calefacción en buen estado durante la época de calor

Los meses de abril y mayo suelen ser los escogidos por las comunidades de propietarios para apagar los sistemas de calefacción central. Los profesionales de Remica Servicios Energéticos, empresa con más de tres décadas de experiencia en el mantenimiento y gestión de instalaciones térmicas, aconsejan que este apagado lo realice la empresa que se ocupa regularmente del mantenimiento de las instalaciones térmicas.

Y es que, aunque la normativa actual no obliga a que un técnico cualificado realice el apagado de calefacción, en algunas instalaciones antiguas realizar el apagado consiste básicamente en pulsar un interruptor similar al de la luz, lo más conveniente es contar con la ayuda del mantenedor, especialmente en instalaciones con una centralita de regulación compleja. De ese modo, las comunidades se aseguran de que todo se ha realizado de forma conveniente y se evitan incidencias, como que en la comunidad piensen que han quitado el servicio pero, en realidad, no ha sido así al mantener otros parámetros como horarios, temperaturas, etc., por lo que la instalación continuará en servicio.

El apagado de calefacción central no debe generar molestias en las viviendas
Es la propia comunidad de propietarios la que decide cuándo realizar el apagado del sistema de calefacción y la que también tiene la potestad de retrasar o adelantar la fecha en función de si la primavera es más fría o cálida de lo que esperaban. Se trata de una operación sencilla, que afecta únicamente al sistema de calefacción y que no debería en ningún caso generar molestias en las viviendas ni afectar al servicio de agua caliente sanitaria (ACS) comunitaria.

La caldera permanece apagada fuera de temporada. Tal y como establece el Reglamento de Instalaciones Térmicas (RITE), durante la temporada de calefacción, cuando la instalación de calefacción central está a pleno rendimiento, el mantenedor debe realizar visitas mensuales.
Sin embargo, en los meses de buen tiempo, se dejan de realizar estas operaciones de mantenimiento, ya que encender la caldera únicamente para realizarlas es innecesario y, además, supone un derroche energético.

No conviene vaciar la instalación de agua más de lo estrictamente necesario. Durante los meses en los que las calefacciones están paradas, muchas comunidades aprovechan para hacer obras, para lo cual es necesario vaciar de agua el circuito de calefacción. Los expertos de Remica Servicios Energéticos recomiendan que el circuito de calefacción permanezca vacío el menor tiempo posible para evitar desajustes y/o problemas en algunas uniones que pueden generar fugas.

Con la instalación parada, es buen momento para realizar aquellas incidencias que se han producido durante la temporada de calefacción y que, aunque no han supuesto una interrupción del servicio, si han podido generar alguna molestia o falta de confort. También se aprovecha para sustituir cuadros eléctricos de salas de calderas que han quedado fuera de normativa; un cambio que si se realizara durante la temporada de calefacción podría dejar durante un par de días sin servicio a la comunidad.